Aprueban regulaciones para la primera línea férrea de alta velocidad en los Estados Unidos

La Administración Federal de Ferrocarriles (FRA según su sigla en inglés) le dio la autorización para proceder a la propuesta línea de alta velocidad entre Dallas y Houston planeada por el consorcio Texas Central.  La línea recibió su autorización ambiental la semana pasada y la FRA emitió una serie de normativas de seguridad para regular su operación.  Estas constituyen una novedad puesto que es la primera vez que la FRA publica regulaciones para trenes que exceden los 250 km/h.

Operando a velocidades de hasta 320 km/h, los trenes van a realizar el trayecto Dallas-Houston en unos 90 minutos, 2 horas menos que utilizar el automóvil y una hora menos que viajar en avión tomando en cuenta los tiempos en los aeropuertos.  La línea de 386 km va a utilizar una versión adaptada de los trenes utilizados en el Tokaido Shinkansen en Japón.  El proyecto cuenta además con otros dos socios internacionales, Salini Impregilio de Italia, que va a hacer el trabajo de diseño mientras que el operador del sistema será la española RENFE.

Texas Central planea comenzar la construcción el año que viene, luego de ser autorizada por la Dirección de Transporte Terrestre (STB en inglés), y comenzara a operar en 2026.  El Director Ejecutivo Carlos Aguilar del Texas Central Railroad declaró que “este es el momento por el cual hemos estado trabajando”.

Diseñado como un sistema independiente, adaptado del modelo japonés, la línea de Texas va a estar totalmente segregada, sin cruces a nivel y no va a compartir vías con los trenes de carga.  Estas medidas de seguridad permiten trenes más livianos que los que piden las regulaciones actualmente en vigencia.

Trenes más livianos permiten costos operativos y de mantenimiento de vías más bajos, mejoras que permiten aumentar la performance y viabilidad económica del sistema.  Este avance sienta las bases para nuevos estándares de la FRA que permitan trenes más livianos a mayor escala, que es clave para la alta velocidad en los Estados Unidos.

Texas Central prevé 18 trenes diarios en cada dirección y anticipa 6,5 millones de pasajeros por año para el final de la década.  El sistema de venta de pasajes va a estar integrado con el sistema de Amtrak, y sus estaciones extremas permitirán un transbordo sencillo a los trenes de esa empresa.  Esta fue la base para que la STB declarara en julio que el proyecto está integrado a la red ferroviaria nacional y por ende bajo su jurisdicción.  La STB puede elevar proyectos (uno por uno, estudiados independientemente) a nivel nacional y separándolos de regulaciones locales y estatales, lo que hace que los proyectos bajo su autoridad están protegidos de presiones políticas locales.

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