El pillaje en los trenes de carga y el robo de combustible están causando estragos en la economía de la isla, además de la paralización del flujo de miles de toneladas de alimentos y mercancías.
Desde 2017, han sido dañados 403 vagones de carga (conocidos en Cuba como ‘silos’) con capacidad para 60 toneladas – cada uno de ellos en más de dos ocasiones -, lo que provocó la paralización de unas 15 mil toneladas de cemento, reveló un extenso reportaje del diario estatal Granma.
Los ladrones, «llamados ‘ninjas’ por la manera en que actúan», asaltan los vagones en movimiento utilizando «picos, mandarrias y hasta equipos de oxicorte, causando un gran daño a esos medios de transporte» y la paralización del flujo de productos, explicó el directivo de la Empresa de Ferrocarriles Centro, Lázaro Moreno.
Además del cemento, de alta demanda en un país inmerso en numerosos proyectos constructivos, los ladrones han robado grandes cantidades de azúcar y harina de trigo, esta última también muy demandada debido a la inestabilidad de su suministro a las tiendas.
El combustible «se esfuma» también de los vagones y las locomotoras, de donde lo sustraen las propias tripulaciones para luego venderlo de forma ilícita «en diferentes puntos del país en combinación con ciudadanos ajenos al sector», indicó el órgano del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único).
El desvío de combustible al mercado negro es un prolongado problema que cuesta millones a las arcas estatales y se ha agravado en los últimos años por la reducción de los envíos a la isla de petróleo subsidiado desde Venezuela.
Ante esta práctica ilícita, el Gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel aprobó en septiembre pasado un grupo de medidas para frenar la sangría de combustible estatal, entre ellas el decomiso de vehículos.
La falta de comercios mayoristas y el desabastecimiento en la red minorista provoca que alimentos como la cerveza nacional, las papas, la harina, la sal y la leche, entre muchos otros, se vendan «por la izquierda», en su gran mayoría sustraídos de almacenes o fábricas.
Entre las soluciones, los directivos de la Empresa de Ferrocarriles han ordenado el acompañamiento del tren por agentes de seguridad del Ministerio de Transporte.
En el nudo ferroviario de Candelaria, un sitio estratégico de convergencia en la provincia de Cienfuegos, será construida en breve una estación de control, informó Granma.