La posibilidad de convertir en hospitales móviles a los vagones de ferrocarril o a los buques de pasajeros surgió en las últimas horas como alternativa para permitir que puedan alojarse a los enfermos por el coronavirus y evitar así que se vea desbordada la capacidad de los establecimientos del sistema de salud en caso de que haya un pico de contagios en la Argentina.
Por un lado, los titulares de dos sindicatos ferroviarios propusieron soluciones dentro de los recursos existentes en su actividad. El secretario general de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, le dijo a Infobae que “sería ideal poner en funcionamiento los trenes sanitarios que ya están preparados para ese fin e incluso adosarles otros vagones para brindar atención primaria a los enfermos”.
El dirigente gremial afirmó que en el país existen dos trenes sanitarios, uno que funciona en trocha angosta, como el de la línea Belgrano, y otro en trocha ancha, como el de la línea Mitre. Mencionó específicamente el Tren Hospital Alma, que entre 1980 y 2015 llegó a distintas ciudades del país con voluntarios para brindar atención médica pediátrica en forma gratuita. Este tren funcionaba gracias a la iniciativa de una ONG, la Fundación Alma, pero hace cinco años se incendiaron los tres vagones que se usaban y, pese a la firma de un convenio con la empresa estatal Trenes Argentinos en 2017, hasta hoy los nuevos coches sanitarios no fueron acondicionados para volver a brindar el servicio.
“También podrían habilitarse con cierta rapidez trenes en los que viajaría un grupo médico para llegar a pueblos aislados de la Argentina, como en el Chaco, y brindar allí una atención primaria”, agregó Sasia, que destacó, además, la “predisposición de todos los trabajadores del transporte en medio de esta emergencia sanitaria, en donde están poniendo el hombro para los que necesitan utilizar los servicios públicos y ayudar así a los que tienen que quedarse en sus casas”.
Por su parte, el líder de La Fraternidad, Omar Maturano, fue más allá aún y propuso la utilización de 150 vagones de trenes que ya no brindan servicios para acondicionarlos y alojar allí a los enfermos. “Había trenes que iban a Mendoza, a Posadas o a Mar del Plata que ya no funcionan o que lo hacen con muchas menos frecuencias, que hoy están estacionados y en desuso -dijo el sindicalista a Infobae-. Se les puede levantar la carrocería, poner arriba de un camión o un tren, reformados como si fueran un hospital, y trasladar adonde se los requiera para atender a la gente”.
Sostuvo que se trata de una idea del sindicato que agrupa a los conductores de locomotora y que, a su juicio, permitiría también “darle trabajo a mano de obra argentina para acondicionar los vagones”.
Maturano afirmó que le comentó la propuesta a Agustín Special, un dirigente de su gremio que es el subsecretario de Transporte Ferroviario, para que la eleve al ministro de Transporte, Mario Meoni.
Ambos dirigentes confirmaron que ya pusieron a disposición los hoteles de sus sindicatos para que se aloje a quienes estén sospechados de haberse contagiado o que representen casos de baja complejidad. La Unión Ferroviaria aportó un hotel en la Ciudad de Buenos Aires, con capacidad para 164 pasajeros, dos en Mar del Plata, con 180 y 160 camas, y las instalaciones de una colonia de vacaciones en Alta Gracia, Córdoba, que puede alojar a 460 personas, mientras que La Fraternidad hizo lo propio con un hotel porteño y otros dos que están ubicados en Mar del Plata y en Córdoba.
Por otra parte, fuentes de las principales cámaras navieras del país señalaron a Infobae que existe voluntad en el sector para ofrecer los buques de pasajeros al Gobierno como una variante de alojamiento para enfermos de baja complejidad o gente que tiene que cumplir la cuarentena.
El avance del coronavirus hizo entrar en una durísima crisis a la industria del buque de pasajeros, que hacia fines del siglo pasado tuvo un nuevo y sostenido crecimiento, con apertura de nuevos destinos.
En estas horas, centenares de naves se encuentran ya amarradas en sus puertos de matrícula y las pocas que aún están en alta mar se encuentran realizando su viaje final. Se estima que más de 1.000.000 de marinos perderán su trabajo y los buques se transformarán en maquinarias infernales que demandarán decenas de miles de dólares por día sólo para mantenerlas a flote en un muelle.
Desde hace una semana, Estados Unidos destacó dos buques militares configurados como hospital para atender necesidades de ciudades como Nueva York y este fue el disparador para que las navieras comenzaran a perfilar el nuevo rol del buque de pasajeros: el hospital flotante.
Las primeras estimaciones indican que un crucero de lujo con 3.000 camas y unos 100 tripulantes para atender las necesidades básicas de servicio y cocina, más una dotación adecuada de profesionales de la medicina, puede ser una solución inmediata para la internación de pacientes de baja y media complejidad, con la ventaja adicional de ser una instalación sanitaria segregada del resto de la comunidad por el simple hecho de estar a flote. En cuanto a los costos, si bien no dan precisiones oficiales, las empresas estiman que cada paciente podría tener un costo final de 100 dólares por día.
La ventaja adicional es que estas naves se pueden reubicar a voluntad en tanto y en cuanto existan vías navegables de acceso. Infobae consultó a nivel local y pudo constatar que ya están llegando ofrecimientos a distintos operadores marítimos para avanzar con esta iniciativa.
Fuente: Infobae