El nuevo pedido, que forma parte del contrato firmado por ambas empresas en 2006 por un máximo de 372 convoyes, consiste en 18 conjuntos de trenes cortos, que suman 126 coches, para operar en las líneas L y J entre la estación de Saint-Lazare (centro de París) y otros puntos de la región de Île-de-France.
Los trenes serán financiados por Île-de-France Mobilités para su red de cercanías (SNCF Transilien), como parte del proceso de modernización de su flota.
Según Bombardier, los Francilien tienen capacidad para 1.000 pasajeros «e incluyen asientos espaciosos, puertos USB, pantallas panorámicas, puertas anchas y pasarelas abiertas, que mejoran el flujo y la accesibilidad de los pasajeros», además de sistemas de eficiencia energética y sistema de seguridad mejorados.
En total, la SNCF operará 313 trenes de cercanías Francilien.