El exempleado del Metro señaló que cuando un tren -que tiene entre seis y siete vagones- presta servicio con esas averías se acelera su “curva de desgaste”. Añadió que en el caso de los sistemas de propulsión si -por ejemplo- fallan en tres vagones, le tocará a cuatro de ellos “arrastrar” todo el ferrocarril.
“Esto genera que el tren vaya más lento y derive en retrasos en el sistema. Se para porque hay una sobrecarga que asumir, más el peso de los usuarios”, expresó. En ambos casos el desgaste del tren podría derivar en que, durante el horario comercial, se deba desalojar a los pasajeros y sacar el tren de circulación.
Flota insuficiente
Sansone afirmó que en la empresa estatal no respeta el programa anual de mantenimiento por la falta de repuestos e insumos consumibles, como refrigerantes o aceites. Por esta razón, indicó, se aplica la “canibalización” de los trenes y se retiran piezas de los que están parados para colocarlas en otros operativos.
El especialista indicó que en la Línea 1 del sistema, de 48 trenes deberían prestar servicio entre 38 y 40 trenes, pero que actualmente están operativos alrededor de 34 y 36. Entre 12 y 14 ferrocarriles están parados.
La insuficiencia de trenes para cubrir los viajes de Propatria a Palo Verde y viceversa también es reconocida por el Ministerio de Transporte.
El miércoles 8 de agosto el titular de ese despacho, Hipólito Abreu, dijo en el canal del Estado que “en un lapso de tres semanas o en un mes” incorporarán más trenes a la L1 “para mejorar los niveles de operatividad”, reseñó AVN.
El funcionario no precisó cuántos ferrocarriles se sumarían al sistema, pero añadió que la medida es parte de un plan de recuperación del Metro de Caracas.
Abreu también refirió avances recientes en otras rutas. Dijo que “un problema de automatismo” en la Línea 3 hacía que los trenes viajaran a 40 kilómetros por hora pero que ahora estos vehículos alcanzaban los 80 km/h. Determinó que el recorrido de Plaza Venezuela a La Rinconada se realizará en 17 minutos en lugar de 25.
Operadores en rebeldía
Empleados del Metro, quienes prefirieron no dar su nombre por temor a represalias, precisaron que muchos operadores se niegan a conducir los trenes que no cumplen de manera óptima con el procedimiento legal. También ocurre que se han negado a realizar el recorrido cuando no funciona el aire acondicionado de la cabina de mando.
Frente a estos escenarios, sus superiores habilitan a personal en entrenamiento para ser operadores, algunos captados a través del Plan Chamba Juvenil. “Ellos están emocionados por manejar el tren, pero al final serán sus instructores quien deben lidiar con las fallas, porque ellos aún no están certificados”, dijo el coordinador de Familia Metro.