Adiós a la conexión por tren entre Lisboa y Madrid

Deja de funcionar el único ferrocarril existente para viajar de la capital portuguesa a la española, que tarda 10 horas y media en un trayecto nocturno

Imagen de la estación de tren Santa Apolonia – EFE

El tren nocturno a Lisboa, título de una de las novelas de mayor éxito del escritor suizo Pascal Mercier, ha dejado de existir desde Madrid. No circulará en ninguno de los dos sentidos, de manera que las capitales de España y Portugal se quedan sin conexión ferroviaria.

Una circunstancia sorprendente entre los dos países de la península ibérica y una excepción en la Unión Europea del siglo XXI. El asunto no deja de ser insólitamente incómodo para el Gobierno socialista de Antonio Costa, cuya política de transportes arroja un panorama desolador que comienza por el deterioro del servicio doméstico y continúa por no haberse sumado a la alta velocidad, en medio de una llamativa falta de inversiones.

Para colmo, ahora sale a la luz la cancelación de esta vetusta línea, explotada de forma conjunta por Renfe y por su homóloga lusa, CP (Comboios de Portugal), aunque con la empresa española llevando la voz cantante.

Ha sido, precisamente, un portavoz de la empresa española quien ha confirmado que «por lo menos a corto plazo» no va a volver esta prestación, que durante años ha visto cómo salía diariamente un tren desde los andenes de la estación de Santa Apolonia a las 21.25 (hora de Lisboa, 22.25 en Madrid) para llegar a Chamartín a las 8.40. Es decir, un trayecto de casi 10 horas y media, cuando no mucho más porque los retrasos se repetían con elevada frecuencia.

El estallido del coronavirus hizo que Portugal se blindase para frenar la ‘importación’ de casos procedentes de la capital española, de modo que esta línea se suspendió el pasado 17 de marzo. Y no, no se va a retomar porque concurre igualmente que forma parte del paquete de servicios menos rentables y que, por tanto, no se consideran prioritarios.

En consecuencia, la pregunta resulta evidente: ¿quién puede pensar que invertir casi 11 horas en un trayecto de 625 kilómetros pudiera dar lugar a un ferrocarril de explotación con superávit? La respuesta es igual de obvia.

De momento, Renfe no ha anunciado oficialmente el cese de actividad del Lusitania Expresso, pero el diario portugués ‘Público’ cita fuentes de la firma bandera del sector en España para ir más allá y asegurar que todo ha terminado.

Está previsto que la frontera lusoespañola se reabra hacia mediados de junio, si la crisis sanitaria se alivia. Pero los viajeros que quieran desplazarse de Lisboa a Madrid o de Madrid a Lisboa tendrán que someterse al incremento de las medidas de seguridad en los aeropuertos o cruzar a bordo de un vehículo por carretera… porque el Lusitania Expresso ya es pasado.

Se trata de un modelo representativo de los trenes-hotel, todos ellos deficitarios para Renfe, entre otras razones debido a sus elevados precios y a su escasa funcionalidad.

Este tren saltó a la fama internacional hace solo unos meses, ya que en diciembre de 2019 se subió a él Greta Thunberg para trasladarse a la Cumbre del Clima de Madrid, aunque la polémica adolescente sueca no podía ni imaginar el traqueteo que le esperaba esa noche ni la excesiva franja temporal que le llevaría completar el itinerario.

Fuente: abc

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