Adif dispara sus pérdidas por la pandemia y avisa de que lo peor está por venir
Las fuertes restricciones a la movilidad y al tráfico ferroviario impuestas por el estado de alarma decretado para evitar la propagación de la covid-19 ponen en peligro la liberalización del AVE. Prevista oficialmente a partir del próximo 14 de diciembre, la entrada de competidores en el transporte de viajeros se demorará en más de un año, y no será efectiva hasta bien entrado 2022, según fuentes del sector.
Aunque tanto Renfe como sus competidores, Rielsfera (SNCF) e Ilsa (Trenitalia y Air Nostrum), firmaron con Adif el pasado 11 de mayo los acuerdos marco para la explotación de los tres corredores del AVE que unen Madrid con Barcelona, Valencia y Sevilla, ninguno de los tres consorcios está ahora mismo en condiciones de cumplir con los compromisos alcanzados en ese pacto.
La compañía pública francesa SNCF mantiene oficialmente sus planes de comenzar con su servicio de AVE low cost OUI desde el 14 de diciembre, el mismo día en que arranca la liberalización, pero ya ha manifestado a sus socios que demorará su entrada en el mercado español mucho más allá de esa fecha. Por su parte, Ilsa, la sociedad de Air Nostrum y Trenitalia, ha admitido que no comenzará a operar como mínimo hasta enero de 2022.
Bajo estas circunstancias, Renfe tampoco se verá muy presionado a reactivar Avlo, el AVE de bajo coste con el que iba a plantar cara a sus competidores francés e italiano, y que tenía previsto arrancar el pasado mes de abril. Por lo pronto, la compañía española ha suspendido sine die el estreno de Avlo.
Renfe tiene muy difícil reavivar el proyecto, cuyos bajos precios (desde 10 euros el billete de Madrid a Barcelona) están basados en la alta ocupación de los trenes. Las actuales normas de seguridad y distanciamiento social, que obligan a dejar asientos vacíos en los convoyes, hacen inviable su puesta en marcha. Pero incluso cuando se levante el estado de alarma muchas de las normas seguirán vigentes ante un posible rebrote de la pandemia, poniendo en peligro la rentabilidad del que iba a ser el proyecto estrella de Renfe de cara a la liberalización.
Además, Talgo ya ha informado a Renfe de un nuevo retraso en la entrega del pedido de nuevos trenes AVE que la operadora le encargó hace unos años, de forma que no los entregará “hasta después del verano de 2021”, frente al plazo original dado para comienzos de ese año. La compañía cuenta con estos nuevos vehículos, en concreto con 23 de ellos, para dar parte del servicio que tiene adjudicado en los corredores AVE donde tendrá competidores.
Pérdidas de Adif
Adif está sufriendo ya las consecuencias de las restricciones al tráfico ferroviario. Solo en marzo, el gestor de infraestructuras ferroviarias registró unas pérdidas netas de 46,4 millones de euros, el doble que en el mismo mes de 2019. Las pérdidas acumuladas en el primer trimestre se elevan a 90,6 millones de euros, con un aumento del 40% respecto al mismo periodo del año anterior.
El gestor, a través de sus dos sociedades, Adif y Adif Alta Velocidad, ha avisado de que la afectación de la pandemia sobre las cuentas del primer trimestre, “aunque considerable, solo ha sido por un período de quince días, por lo que es de esperar que en el próximo trimestre sea mucho mayor”.
En este sentido, el importe neto de la cifra de negocios de Adif se situó en 88,6 millones de euros en marzo, un 17,5% menos que en el mismo mes de 2019, mientras que en el conjunto del primer trimestre ascendió a 298,6 millones de euros, un 4% menos que en el mismo período del año anterior.
En concreto, la recaudación por los cánones por utilización de las líneas de la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG) durante el tercer mes del año se redujo un 17,9%, con una caída media de los tráficos del 14,6%. Los servicios más afectados fueron los interurbanos y de largo recorrido, con descensos en la recaudación del 23,21% y el 26,97%, respectivamente, en tanto que las cercanías registraron una disminución del 5,24% y el transporte de mercancías aumentó un 1,37%.
El resultado bruto de explotación (ebitda) conjunto de ambas entidades entre enero y marzo alcanzó los 48,7 millones de euros, lo que representa un descenso del 31% en relación con el alcanzado en el mismo periodo del ejercicio precedente.
Fuente: El País